Friday 4 December 2009

Into The Wild

Introducción: Una mañana me invadió una sensación de angustia e intranquilidad. Hacia tiempo que me sentía agobiado por la superficialidad, el materialismo y el ego que rige en el mundo. Si todos nos sentimos así, porque seguimos viviendo en un mundo tan materialista?


Una tarde más en Dublín, tengo buena energía y hago las cosas que hay que hacer cuando se tiene tiempo para estar físicamente solo. A veces se pude estar solo y sentirse conectado a los demás aunque estén lejos. (o todo lo contrario, estar acompañado y sentirse solo).

Voy por las mismas calles de siempre, sin tomar atajos, almuerzo algo con miles de calorías, vuelvo a caminar para quemarlas porque siempre tenemos un lado vanidoso. Vuelvo a casa, las 4 paredes del pequeño departamento parecen recobrar más luz, a pesar de la tarde gris. Estoy en el sillón y relajo cada músculo de mi cuerpo. Suena el teléfono, pero no respondo. Vuelvo a caminar, llego a un lugar que recurro muchas veces para estar tranquilo: El cine.

El viento pega fuerte y tengo un poco de tos, parece que no hay muchas opciones para ver, pero la foto de un pibe sentado sobre el techo un Bus, con el cielo y los alpes nevados de fondo. La película se llama “Into the Wild”, hasta ese momento no sabía que se trataba de un libro escrito por Jon Krakauer contando las aventuras (reales) de Christopher Johnson McCandless y que había sido llevado a la pantalla grande por una persona que admiro: Sean Penn.


Quedo impactado con cada toma de las cámaras, la humanidad de Christopher (interpretado por Emile Hirsch) y la música de Eddie Webber.

Nunca en mi vida había presenciado un cine tan enmudecido y conectado con la pantalla del Séptimo Arte. Poco a poco, en distintas secuencias fuimos espectadores de las aventuras de Chris.


Buena dirección y fotografía, sin caer en clichés cinematográficos y una armonía con el andar de la historia que te hace ser parte de ella.

Ha pasado con muchos libros que llevados al cine no rindieron como se lo esperaba, otros que fueron una obra maestra en ambos ámbitos. Generalmente prefiero los libros –dependiendo del humor y la capacidad de concentración que lleve-. Por lo menos intento primero leer el libro y luego ver la película. Lo extraño del caso, es que esta vez aconsejaría ver primero la película, en la cual no sabemos el desenlace hasta el final.


El libro es más detallado y si bien el final se conoce desde el principio, es increíblemente más emocionante. Está claro que observar es un acto más simple que leer y requiere menos esfuerzo. A su vez, leer es más intelectual. (Mucho más que escribir, por ejemplo, este nuevo rejunte de palabras que probablemente no será leído por nadie).


La historia cuenta la aventura de McCandless, graduado a los 22 años, mejor del curso, deportista y editor del diario de la universidad. Una persona con gran facilidad para el contacto interpersonal, pero a la vez muy reservado y solitario.


Cansado de la sociedad, la hipocresía que lo rodea y la ambición de sus padres emprende un viaje que quizás ya haya vivido en un sueño. El cual titulo como la "Gran Aventura de Alaska".


Después de su gradación en Atlanta, da en beneficencia sus 24.000 Dólares ahorrados para su futuro. Escapa de casa, abandona su auto, quema el dinero que le queda en el bolsillo, rompe sus tarjetas de crédito y sus documentos. Empieza su aventura haciendo dedo y leyendo, encontrando gente en su trayecto.
Miles de aventuras, se transporta solamente caminando y a dedo, escala y camina montañas, conoce nuevos lugares, decide vencer su miedo al agua: cruza en canoa el Río del Colorado y llega hasta Méjico.Cruza ilegalmente la frontera para volver a su pais, donde cambia su nombre, lo que el llama "volver a nacer". Elige Un nombre  casi infantil, que hace reír a la gente por su poca credibilidad: Alexander Supertramp.

Me recuerda a una experiencia personal: la primera vez que en un Rio en el estado de Washington hice "River Raghting"... el miedo no me permitió disfrutar de una adventura única. Nueve años más tarde, en mi vuelta de visita a Canada, tal vez gracias a la enseñanza de Chris, también yo pude vencer un miedo.




Más aventuras esperan a Christopher en los próximos dos años, sin contactar a su familia y amigos. Conoce gente que lo agasaja e inspira y a la vez se siente inspirada por su humanidad.

Fairbanks - Alaska, es su destino final: un buen tiempo alejado de la sociedad, sobreviviendo como puede, leyendo a Thoreau y en contacto con la naturaleza porque “ Dios ha puesto todo a nuestro alrededor, el amor se encuentra en la naturaleza que te rodea"...


Dicen que solo los idiotas no cambian nunca de opinión:

"Happiness is only real when shared".
Christopher Johnson McCandless.



1 comment:

Iberian Proteus said...

Excelente viejo, me han dado ganas de ambas cosas, leer el libro, ver la pelicula y tambien de partir mis tarjetas de credito.

Un abrazo